En un remoto rincón del océano Pacífico, existe un atolón donde “rojo”, “verde” o “azul” no son más que palabras vacías de significado para un porcentaje inusualmente elevado de la población. A estas personas, la naturaleza se les revela en blanco, negro y gris; la selva pierde su exuberante verdor y los atardeceres, su cautivadora paleta de tonos anaranjados y rojizos. La luz del día les resulta muy molesta e incluso dolorosa, obligándolos a protegerse constantemente con gafas de sol.
|
etiquetas: pingelap , blanco y negro , acromatopsia