Una tumba tallada en roca hace 3.000 años en Ayazini (Afyonkarahisar, Turquía) apareció transformada en un acogedor café-restaurante, con alfombras, sofás, chimenea, sistema eléctrico y hasta columpios. El escándalo saltó gracias al periodista Salim Uzun del diario Hürriyet, que documentó cómo "Ta Bahçe" (Jardín de Piedra) había convertido la cámara funeraria en un espacio comercial sin ninguna autorización. La tumba frigia, parte del Valle Frigio en la "segunda Capadocia" de Turquía, está en la Lista Tentativa de Patrimonio Mundial de UNESCO.