Cuando el Sistema se atasca, cuando la sangre del valor como plusvalor no fluye bien por sus venas, la salida armamentístico-bélica, que en la fase reformista del capital fue señalada como “keynesianismo militar”, es su tentación más fuerte, que se va convirtiendo en “necesidad” con el agravamiento de la degradación de la rentabilidad. Las guerras se imbrican en el ciclo económico no sólo facilitando la venta de armamento, sino provocando la destrucción en gran escala de capital fijo e instalado, siendo por ello proclives a posibilitar...