La belleza de la palabra
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Poema - "La culpa es de uno"

Quizá fue una hecatombe de esperanzas,

un derrumbe de algún modo previsto,

ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido.

Todas mis intuiciones se asomaron

para verme sufrir y por cierto me vieron.

Hasta aquí había hecho y rehecho mis trayectos contigo,

hasta aquí había apostado a inventar la verdad,

pero vos encontraste la manera una manera

tierna y a la vez implacable de desahuciar mi amor.

Con un solo pronostico lo quitaste de los suburbios de tu vida

posible, lo envolviste en nostalgias,

lo cargaste por cuadras y cuadras, y despacito

sin que el aire nocturno lo advirtiera,

ahí nomas lo dejaste a solas con su suerte que no es mucha.

Creo que tenes razón,

la culpa es de uno cuando no enamora,

y no de los pretextos, ni del tiempo.

Hace mucho muchísimo que yo no me enfrentaba como

anoche al espejo, y fue implacable como vos mas no fue tierno.

ahora estoy solo, francamente, solo.

siempre cuesta un poquito empezar a sentirse desgraciado.

Antes de regresar a mis lóbregos cuarteles de

invierno, con los ojos bien secos, por si acaso.

Miro como te vas adentrando en la niebla, y empiezo a recordarte.

 

Mario Benedetti- La culpa es de uno

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Poema del domingo triste

Este domingo triste pienso en ti dulcemente

y mi vieja mentira de olvido, ya no miente.

La soledad, a veces, es peor castigo...

Pero, ¡qué alegre todo, si estuvieras conmigo!

Entonces no querría mirar las nubes grises,

formando extraños mapas de imposibles países;

y el monótono ruido del agua no sería

el motivo secreto de mi melancolía.

Este domingo triste nace de algo que es mío,

que quizás es tu ausencia y quizás es mi hastío,

mientras corren las aguas por la calle en declive

y el corazón se muere de un ensueño que vive.

La tarde pide un poco de sol, como un mendigo,

y acaso hubiera sol si estuvieras conmigo;

y tendría la tarde, fragantemente muda,

el ingenuo impudor de una niña desnuda.

Si estuvieras conmigo, amor que no volviste,

¡qué alegre me sería este domingo triste!

José Ángel Buesa

Fuente

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Charles Bukowski, "Acto creativo"

Por el huevo roto en el suelo,

por el 5 de julio,

por el pez en la pecera,

por el viejo en la habitación Nº 9,

por el gato sobre el muro.

Por vos mismo,

no por fama

ni por dinero,

tenéis que seguir luchando.

Cuando te haces viejo

disminuye el atractivo,

es más fácil cuando se es joven,

cualquiera puede alcanzar

las alturas algunas que otra vez.

La clave consiste en

resistir.

Cualquier cosa que sirva

para que

esta vida siga bailando

frente a

Doña Muerte.

Charles Bukowski

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Poema - Te amo como se aman ciertas cosas oscuras

No te amo como si fueras rosa de sal, topacio

o flecha de claveles que propagan el fuego:

te amo como se aman ciertas cosas oscuras,

secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como planta que no florece y lleva

dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,

y gracias a tu amor vive oscuro, en mi cuerpo,

el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,

te amo directamente, sin problemas ni orgullo:

así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así, de este modo en que no soy ni eres,

tan cerca, que tu mano sobre mi pecho es mía,

tan cerca, que se cierran tus ojos con mi sueño.

Pablo Neruda, “Cien sonetos de amor, (Soneto XVII)”

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Poema - Elegía

Poema - Elegía

A veces me dan ganas de llorar,

pero las suple el mar.

José Gorostiza

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Poema - Supervivencia

Uno siempre espera

que suceda algo,

que algo bueno suceda,

algo que le dé un giro brusco,

un empujón, un bandazo

de suerte a su vida,

de repente, porque sí,

en el momento más inesperado.

Pero no pasa nada, claro,

nunca pasa nada.

Porque uno no es más que un pobre

diablo (qué te creías, pues),

un número, una fecha,

un papel olvidado en un sótano

tétrico, traspapelado

entre millones de papeles.

Y al final, uno, que remedio,

acaba aceptando que es así,

asume el fracaso,

se mira en el espejo y se da risa

(o llora, pero muy bajo),

se dice que la vida..., en fin,

que no hay nada que hacer, 

y ni siquiera se queja, para qué.

Uno ya solo quiere llegar 

al día siguiente,

sin sobresaltos, poder ver a su 

equipo por la tele el sábado,

fumar menos,

dormir bien,

echar de vez en cuando un trago,

cumplir años,

seguir vivo..., sin más.

Karmelo C. Iribarren

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La Paloma (Rafael Alberti)

Por ir al Norte, fue al Sur.

Creyó que el trigo era agua.

Se equivocaba.

Creyó que el mar era el cielo;

que la noche la mañana.

Se equivocaba.

Que las estrellas eran rocío;

que la calor, la nevada.

Se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa;

que tu corazón su casa.

Se equivocaba.

(Ella se durmió en la orilla.

Tú, en la cumbre de una rama.)

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Poema - "Vivir sin miedo"

Poema - "Vivir sin miedo"

“El miedo amenaza:

Si usted ama tendrá sida.

Si fuma tendrá cáncer.

Si respira tendrá contaminación.

Si bebe tendrá accidentes.

Si come tendrá colesterol.

Si habla tendrá desempleo.

Si camina tendrá violencia.

Si piensa tendrá angustia.

Si duda tendrá locura.

Si siente tendrá soledad…

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.

Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.

Quien no tiene miedo al hambre,

tiene miedo a la comida.

Los automovilistas tienen miedo de caminar

y los peatones tienen miedo de ser atropellados.

La democracia tiene miedo de recordar

y el lenguaje miedo de decir.

Los civiles tienen miedo a los militares,

los militares tienen miedo a la falta de armas,

las armas tienen miedo a la falta de guerras.

Es el tiempo del miedo.

Miedo de la mujer a la violencia del hombre

y miedo del hombre a la mujer sin miedo.

Miedo a los ladrones,

miedo a la policía.

Miedo a la puerta sin cerradura,

al tiempo sin relojes,

al niño sin televisión,

miedo a la noche sin pastillas para dormir

y miedo al día sin pastillas para despertar.

Miedo a la multitud,

miedo a la soledad,

miedo a lo que fue

y a lo que puede ser,

miedo de morir,

miedo de vivir…”

Eduardo Galeano



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Poema - "Qué extraño mecanismo el de la vida"

Cuántas historias a punto de pasar

que pasaron de largo

que fuese esta posible.

Qué extraño mecanismo el de la vida.

Y el cielo, con esos vientos grises

que se llevan la lluvia a otros paisajes

o ese sol de justicia

que achicharra los campos,

qué indiferente a todo.

Da vértigo pensarlo.

Pensar

que todo pudo suceder de otra manera,

que tú, perfectamente

podrías ahora no estar a mi lado.

Karmelo C. Iribarren, “El escenario”

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Poema - "No sé por qué me quejo"

Poema - "No sé por qué me quejo"

No sé por qué me quejo porque al fin estoy sola.

Y el placer de tirar la ceniza en el suelo,

sin que nadie te riña,

y untar pan en la salsa

y beberse los posos,

y limpiarse la boca con el dorso de la mano,

cantar al vagabundo porque al fin fue valiente,

ir matando los besos como si fueran piojos,

beber blanco,

pronunciar ciertas frases,

decir ciertas palabras,

exponerte a que un día te borren de la nómina...

No debiera estar seria

pues vivo como quiero,

sólo que a veces tengo

un leve sarpullido.

Gloria Fuertes

Biografía



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Poema - "Los mejores de la raza"

No hay nada que discutir, 

no hay nada que recordar, 

no hay nada que olvidar, 

es triste y no es triste, 

parece que,

la cosa más sensata 

que una persona puede hacer, 

es estar sentada 

con una copa en la mano. 

Charles Bukowski

Biografía

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Poema - "Evanescencia"

Al despertar

de la siesta

-todavía un instante-,

la sensación de haber soñado

que un mundo mejor,

más habitable,

más humano,

era posible.

Pero fue abrir los ojos

y olvidar los detalles.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "Café de ausencias"

De vez en cuando,

serás mi café de ausencias,

tú y tu voz de mil tierras,

el recuerdo al que recurra

para herir de nostalgia mi noche,

para no conciliar el sueño.

Juan Ortiz

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Poema de amor ( Oliverio Girondo)

Se miran, se presienten, se desean,

se acarician, se besan, se desnudan,

se respiran, se acuestan, se olfatean,

se penetran, se chupan, se demudan,

se adormecen, se despiertan, se iluminan,

se codician, se palpan, se fascinan,

se mastican, se gustan, se babean,

se confunden, se acoplan, se disgregan,

se aletargan, fallecen, se reintegran,

se distienden, se enarcan, se menean,

e retuercen, se estiran, se caldean,

se estrangulan, se aprietan se estremecen,

se tantean, se juntan, desfallecen,

se repelen, se enervan, se apetecen,

se acometen, se enlazan, se entrechocan,

se agazapan, se apresan, se dislocan,

se perforan, se incrustan, se acribillan,

se remachan, se injertan, se atornillan,

se desmayan, reviven, resplandecen,

se contemplan, se inflaman, se enloquecen,

se derriten, se sueldan, se calcinan,

se desgarran, se muerden, se asesinan,

resucitan, se buscan, se refriegan,

se rehuyen, se evaden, y se entregan.

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El miedo y el mono (William Burroughs)

El miedo y el mono (William Burroughs)

Turgente picazón y el perfume de la muerte

En el susurrante viento del sur

Un aroma de abismo y vacío

El Oscuro Ángel de los vagabundos aúlla a través del apartamento

Con enfermo aroma dormido

El sueño de la mañana de un mono perdido

Nacido y silenciado bajo viejos caprichos

Con pétalos de rosa en frascos cerrados

El miedo y el mono

El sabor amargo de la verde fruta del amanecer

El lechoso aire condimentado con vientos alisios

Carne blanca mostraba

Sus jeans eran tan viejos

Sombras de piernas junto al mar

Luz de la mañana

En el cielo la luz de una pequeña tienda

En el olor a vino barato en el barrio de los marineros

En la fuente sollozando en los patios de la policía

En la estatua de piedra enmohecida

En el pequeño niño silbando a los perros callejeros.

Vagabundos se aferran a sus casas desvanecidas

El pálido silbato de un tren perdido y amortiguado

En el nocturno apartamento el sabor del agua

Luz de la mañana sobre la carne lechosa

Turgente picazón de mano de fantasma

Triste como la muerte de los monos

Tu padre una estrella fugaz

Hueso de cristal en el aire

Cielo nocturno

Dispersión y vacío.

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Ella (Oliverio Girondo)

Ella

Es una intensísima corriente

un relámpago ser de lecho

una dona mórbida ola

un reflujo zumbo de anestesia

una rompiente ente florescente

una voraz contráctil prensil corola entreabierta

y su rocío afrodisíaco

y su carnalesencia

natal

letal

alveolo beodo de violo

es la sed de ella ella y sus vertientes lentas entremuertes que

estrellan y disgregan

aunque Dios sea su vientre

pero también es la crisálida de una inalada larva de la nada

una libélula de médula

una oruga lúbrica desnuda sólo nutrida de frote

un chupochupo súcubo molusco

que gota a gota agota boca a boca

la mucho mucho gozo

la muy total sofoco

la toda ¡shock! tras ¡shock!

la íntegra colapso

es un hermoso síncope con foso

un ¡cross! de amor pantera al plexo trópico

un ¡knock out! técnico dichoso

si no un compuesto terrestre de líbido edén infierno

el sedimento aglutinante de un precipitado de labios

el obsesivo residuo de una solución insoluble

un mecanismo radioanímico

un terno bípedo bullente

un ¡robot! hembra electroerótico con su emisora de delirio

y espasmos lírico-dramáticos

aunque tal vez sea un espejismo

un paradigma

un eromito

una apariencia de la ausencia

una entelequia inexistente

las trenzas náyades de Ofelia

o sólo un trozo ultraporoso de realidad indubitable

una despótica materia

el paraíso hecho carne

una perdiz a la crema.

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Poema - "Cantos de vida y añoranza"

Estos tiempos eufóricos

de proclamas

y consignas,

acabarán también

formando parte

-junto a los viejos amores, las guerras,

y demás causas perdidas-,

de cualquier

conversación de bar.

El trayecto, breve, suele ser

siempre el mismo:

de la esperanza

a la melancolía.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "El francotirador"

Abro el periódico

y ahí está.

Lo recuerdo,

solía sentarse

en los últimos pupitres.

Nunca llegamos a ser grandes amigos.

La semana pasada

el del tercero,

y ahora él.

Llega el camarero con el café.

El francotirador

anda cerca, le digo.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "Volar sin alas"

Poema - "Volar sin alas"

Volar sin alas

Es posible volar sin tener alas

y nadar sin necesidad de ser un pez

Puedo sentarte frente a mi mientras me tapo

los ojos con las manos,

y hasta sentir que te toco, aunque no estés aquí.

Pero, como podría, sin ser Neruda,

decirte lo que quiero decirte

y que lo oigas como quiero que lo oigas

De vez en cuando me digo:

quizás es cierto que nos conocemos desde hace siglos

y me subo al delirio y me relamo

y hasta creo recordar nuestros caminos desandados

y aquellos maestros compartidos:

El arte de amar…

El principito…

Y aquel hermoso libro, el de La casa redonda,

que alguna vez

debimos leer juntos.

Y un minuto después, ya estoy diciendo:

no puede ser verdad.

Nunca exististe,

y si exististe, jamás nos encontramos.

Porque si todo fuera como yo imagino,

jamás podría perdonarte

tu inoportuno y absurdo silencio

de estos últimos 50 años.

Marta Bujó

Antología de un tiempo que no fue



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Poema - "Sobrevivir"

El que está en la cuneta

mira a su espalda,

al descampado,

y piensa que allí

se tiene que estar

mucho peor.

Ignora

que por esa carretera

hace siglos

que no pasa nadie.

La esperanza lo sabe

pero se lo calla.

También ella

tiene que sobrevivir.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "Algunas noches, el miedo"

Poema - "Algunas noches, el miedo"

Algunas noches me arrimo

a tu calor bajo las mantas

como un niño asustado.

Necesito tocarte urgentemente.

Necesito saber que estás ahí,

que estarás siempre.

Sentir que tengo cerca

a un ser humano,

y que no estoy tan solo.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "Supervivencia"

Uno siempre espera

que suceda algo,

que algo bueno suceda,

algo que le dé un giro brusco,

un empujón, un bandazo

de suerte a su vida,

de repente, porque sí,

en el momento más inesperado.

Pero no pasa nada, claro,

nunca pasa nada.

Porque uno no es más que un pobre

diablo (qué te creías, pues),

un número, una fecha,

un papel olvidado en un sótano

tétrico, traspapelado

entre millones de papeles.

Y al final, uno, qué remedio,

acaba aceptando que es así,

asume el fracaso,

se mira en el espejo y se da risa

(o llora, pero muy bajo),

se dice que la vida..., en fin,

que no hay nada que hacer,

y ni siquiera se queja, para qué.

Uno ya solo quiere llegar

al día siguiente,

sin sobresaltos,

poder ver a su equipo por la tele el sábado,

fumar menos, dormir bien,

echar de vez en cuando un trago,

cumplir años,

seguir vivo..., sin más.

Karmelo C. Iribarren

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Poema - "Luna congelada"

Con esta soledad

alevosa,

tranquila,

con esta soledad

de sagradas goteras,

de lejanos aullidos,

de monstruos de silencio,

de recuerdos al firme,

de luna congelada,

de noche, para otros,

de ojos bien abiertos,

con esta soledad

inservible,

vacía,

se puede algunas veces

entender el amor.

Mario Benedetti

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Conde Olinos

Madrugaba el Conde Olinos

mañanita de San Juan

a dar agua a su caballo

a la orillita del mar.

Mientras el caballo bebe

canta un hermoso cantar.

Desde las torres mas altas

la reina le oyó cantar.

—Mira hija como canta

la sirena de la mar.

—No es la sirena, madre,

ni menos es su cantar,

que es la voz del conde Olinos

que por mí penando está.

—Si es la voz del conde Olinos,

yo le mandaré matar,

que para casar contigo

le falta sangre real.

 

—No le mande matar, madre,

que si al conde Olinos mata

a mí la muerte me da—.

La infantita con gran pena,

no cesaba de llorar.

El murió a la medianoche

y ella a los gallos cantar.

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Poema - "Guerra moderna"

Sale un misil «Lance»,

surca el cielo a una velocidad de susto,

otro misil «Patriot» sale a su encuentro,

le encuentra,

se deshacen,

se ilumina la zona,

la noche se hace día,

millones de dólares se hacen polvo,

cientos de niños se hacen ceniza.

No hay campo de batalla,

es en la ciudad donde el diablo dice ¡hola!

Las bombas traspasan los refugios

silenciando el llanto de los niños.

Millones de personas no hacemos nada

para evitar el tormento,

solo lamentos.

Dios, Alá y Mahoma

tampoco evitan que caiga

ensangrentada una paloma.

Gloria Fuertes

menéame