La ley de salud neoyorquina, aprobada el pasado 22 de enero, ni mucho menos ampara el asesinato ("el aborto después del nacimiento"), lo que establece es que se podrá abortar en la recta final del embarazo, es decir, después de las 24 semanas, si se cumplen dos supuestos: que la vida de la madre "corra peligro" o que el feto "no sea viable". Si no se acreditan estas dos premisas, el plazo para abortar se mantiene en las 24 semanas.
|
etiquetas: adolfo suárez illana , aborto , eeuu , nueva york