Las patatas fritas, la recompensa habitual de los niños que se portan bien y el alimento reconfortante para los adultos sobrecargados de trabajo, podrían convertirse pronto en un lujo. Aunque EEUU produce la mayor parte de sus propias patatas —alrededor de 20 millones de toneladas al año— hay otro ingrediente clave para las patatas fritas que por lo general no se produce en suelo estadounidense: el aceite con el que se cocinan. Para conseguir una fritura crujiente
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