Hace 1 año | Por remontanim a eldiario.es
Publicado hace 1 año por remontanim a eldiario.es

En la frontera de Turquía y Siria, la muerte se ha convertido en un pasajero más de los taxis y ambulancias que transitan la zona. Bolsas negras para cadáveres, apiladas unas sobre otras, contienen los cuerpos de aquellos refugiados sirios que no lograron sobrevivir al devastador terremoto que sacudió la región el 6 de febrero. Allí, en la parte turca del paso fronterizo de Bab Al-Hawa, la vida y la muerte se entrelazan. Entre familiares y amigos, los cuerpos son transferidos de un vehículo a otro, cargándolos en la parte trasera de una camione