«Hola guapa, ¿buscas un 'sugar daddy'?» Si eres joven y activa en redes sociales probablemente este mensaje te resultará familiar. Si te pica la curiosidad mantendrás la conversación para saber de qué se trata, pero si te pica el bolsillo seguirás hasta el final y lo más probable es que salga mal. Hemos seguido el juego a un presunto estafador durante una semana para descubrir su 'modus operandi'. Todo empieza con una notificación de Instagram que te alerta de que un usuario desconocido quiere contactar contigo y el mensaje es el siguiente.
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Eso le pasa por calientapollas.
En resumen chicas, en este ámbito de los sugar daddys, para cobrar hay que follar. Y ya está. No os dejéis engañar