Hace 1 año | Por MiguelDeUnamano a eldiario.es
Publicado hace 1 año por MiguelDeUnamano a eldiario.es

Son 4.000 trabajadoras, en un municipio de 70.000 habitantes que alberga 16 millones de pernoctaciones hoteleras al año. En el caso de Benidorm, las kellys, el colectivo de camareras de piso, ya no pueden más. Ni ellas ni la propia ciudad. “Ese nivel de masificación, que un pueblo soporte esa cantidad de turistas, lo pagamos en los servicios municipales, en cómo vives en la ciudad. Estás agotada del trabajo, de la gente, del ruido”, apunta Yolanda García, camarera de piso y portavoz de Las Kellys Benidorm.

Comentarios

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El modelo turístico está muy bien para el que tiene la empresa y se va a dormir a una finca o urba de lujo a las afueras. Para las personas, trabajadores, críos... El turismo no es un modelo que haga una ciudad habitable.

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Entiendo las quejas por lo exigente de su trabajo, pero lo de quejarse del "malvado" modelo turístico que da trabajo a tu colectivo suena bastante miope.