Hace 10 años | Por Luzbel a zoomnews.es
Publicado hace 10 años por Luzbel a zoomnews.es

Vivir, sufrir y padecer una guerra supone tal trauma que la generación que lo experimenta suspira de alivio cuando concluyen las hostilidades y proclama su deseo de que semejante tragedia no vuelva a suceder, y que el período de paz que sucede al balance de muertos, heridos y destrucciones materiales sea para siempre. Vana ilusión, porque la historia demuestra que las generaciones siguientes no habrán escarmentado en la cabeza ajena de sus predecesores, y porque, a fin de cuentas, la guerra es consustancial al ser humano.