A veces los papeles en la vida se invierten, tal y como le ha ocurrido a la hija del empresario Javier de la Rosa, Gabriela de la Rosa. La descendiente, de profesión abogada, está acostumbrada a defender a distintos acusados pero ahora ha cambiado de condición: de defensora ha pasado a ser investigada, es decir, imputada.
Comentarios
Menuda joya esta personaja.
Esperemos por el bien de la futuras generaciones que este tipo no propague sus genes.