Vivimos tiempos convulsos en los que es imprescindible apuntar rumbos de navegación para afrontar lo que se configura como una auténtica crisis de civilización. Y, para ello, resulta fundamental saber interpretar cada acontecimiento en sí mismo, pero también con relación a un cambio que es sistémico y de época. Sobre las últimas medidas energéticas aprobadas por el Gobierno para hacer frente al shock energético provocado por la invasión de Ucrania, más allá de los detalles, cabe apuntar que han instrumentado con carácter urgente toda una seri
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Rusia tiene gas, los escandinavos y árabes el petróleo. Afortunadamente España el Sol y el viento, sin embargo los amigos de Blackrock y serviles borbónicos llevan atacando a las renovables todos los años desde todos los puntos.
No estamos preparados para tener la conversación en que en esta transición tenemos que quitarnos de muchas cosas y cambiar nuestros modelos de vida y de consumo.
Nadie quiere asumir eso, por qué nos han metido en la cabeza que el único objetivo de esta vida es la felicidad y el ocio, y eso no va muy bien con quitarse la energia