El pasado 5 de octubre moría padre de Juan Carlos en un hospital madrileño, tras pasar una larga enfermedad. Al poco, dos comerciales se aproximaron a la familia. Uno representaba al seguro de decesos y el otro, a la funeraria. Aturdidos todavía por la pérdida, los cuatro hermanos y su madre afrontaban decisiones sobre cada detalle del sepelio, "que si ataúd, flores, recordatorios..." cuando se les propuso ampliar el alquiler del nicho a 99 años a un coste extra de 2.300 euros. L
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Lo he tenido por desgracia que presenciar hace poco, y es de lo más desagradable, a pesar del intento de los comerciales de ser lo más discretos posible. Menos mal que en este caso había una amiga de la familia que se ocupó del tema y les quitó el mal trago. Pero cuando no hay nadie más, vaya papelón. Para todos.
#1 Vaya en mi familia es habitual tener contratado todo el servicio de decesos prácticamente desde que haces, quizás en nuestro caso al ser judíos es más difícil porque no tienes miles de iglesias ni varios cementerios... Yo que aun no tengo los 30 años ya tengo una cuenta para eso, mi registro de últimas voluntades y las características de mi funeral (flores, música, aperitivo, objetos con los que ser enterrado...). No quiero donar mi cuerpo a la ciencia ni ser incinerado (prefiero seguir el ciclo de la tierra, que me coman insectos y demás a convertirme en polvo sin ninguna utilidad). Pero aquí en España cuando algún amigo mío de tradición cristina ha pasado por eso tenían un seguro de decesos, ¿no es lo habitual?
#7 Eso no evita que el agente de seguros te fría a preguntas y te ofrezca servicios extra a los contratados.
#8 Ya te digo, yo por suerte no lo he visto eso en mi familia, está todo atado... aunque mi bisabuela tiene 98 años, su hermana 99, primos y tal siguen vivos... así que de aquí a unos años me espera ...
#5 En el caso de mi difunto abuelo, yo lo hice personalmente, y me tuve que quitar unos cuantos moscones de encima, con mi madre y mis hermanos llorando a menos de tres metros. Si eso es humano/empático, que baje dios o quien sea y que lo vea.
Las funerarias son escoria. Cuando murió mi abuelo, recibí más llamadas de funerarias que de condolencias de familiares y amigos. Está claro que alguien les avisa y que juegan con el dolor de la gente que no está para tomar decisiones importantes en esos momentos, solo quieren que pase su dolor.
#2 Es que es su negocio, si esperan a que pase el duelo está claro que no venden su producto.
Es duro pero es que sus hijos también necesitan comer y no esperan a que pases los duelos de los demás, requieren la comida a diario.
#3 Me parece bien, pero aprovecharse del sufrimiento de los demás es rastrero.
#4 Hombre, siempre puedes encargarte tu personalmente del cuerpo de tu familiar, es otra opción y no tienes que tratar con ellos.
Yo lo he hecho con el de mi padre, y ha sido muy complicado conseguir un entierro laico, como era su voluntad. Tuve que destornillar el cristo del ataud para estupor de todos. Ahí comprendí la importancia de los tanatorios públicos, y revisando bibliografía vi que el de Madrid se había vendido en la época de Manzano por 100 pesetas.