Hace 6 años | Por LeonJauregui a diariomedico.com
Publicado hace 6 años por LeonJauregui a diariomedico.com

Un equipo internacional de científicos, liderado por la Universidad de Granada, ha observado en un estudio en ratas que el consumo prolongado de aceite de pescado o de girasol provoca alteraciones en el hígado que pueden desencadenar en esteatohepatitis no alcohólic, algo que no ocurre con la ingesta de aceite de oliva. El trabajo se publica en Journal of Nutritional Biochemistry.

Comentarios