La calidad y cantidad de pensamientos que tenemos durante el día determina los que tenemos cada noche, en nuestros sueños. Por eso nos despertamos tan cansados por las mañanas, dependiendo de una buena taza de café para comenzar el día. Y puesto que no sabemos cómo recargar las pilas, solemos funcionar disfuncionalmente. No es ninguna casualidad que tendamos a ser egocéntricos, reactivos y victimistas, perturbándonos cada vez que las circunstancias no satisfacen nuestras necesidades, expectativas y deseos.
Comentarios
Muy apropiado. Yo me doy cuenta que cada vez busco más el silencio, pero no uno sin algún que otro coche o gente hablando normalmente sino sin sonidos electrónicos o gritos pelaos sin sentido.
#1 #2 el artículo no va tanto del ruido acústico como de "ruido" en nuestro cerebro, que cada día lo dejamos descansar menos.
Hay un dicho Japonés "cuando como como y cuando cago cago", pero vivimos pensando en otras cosas en vez de las que estamos haciendo, a ese tipo de ruido se refiere el artículo.
#3 gracias por la aclaración. Leeré el artículo
Para mí los dos ruidos son insoportables y están bastante relacionados.
#4 Yo cuando consigo apagar el ruido interno me molesta menos el externo.
Yo no sé si será por la edad, pero el silencio me hace feliz