El uso de un lenguaje agresivo es uno de los factores que ha contribuido decisivamente a la actual polarización: llamar fascistas o bolcheviques a políticos elegidos democráticamente es un error. Etiquetas como estas no obedecen al interés de un análisis serio, sino al de un analista frívolo que antepone señalar con el dedo al contrario a dialogar con el adversario.
|
etiquetas: lenguaje , democracia , fascistas