Una resolución que paradójicamente, y aún señalando numerosas anomalías en la dictada por el juez que juzgó este proceso en primera instancia, acaba confirmando su fallo absolutorio. Un magistrado, Eugenio Alarcón, que mantuvo la causa paralizada durante más de dos años sin justificación, al que el CGPJ abrió una inspección por el número de asuntos que llegó a acumular sin resolver y que cuando fue sancionado por ello comenzó a poner sentencias a destajo llegando incluso a las treinta al día. Una de ellas, la de Alperi.
Comentarios
Los jueces también se enfadan...
Lo que ocurrió aquí es una auténtica vergüenza, jueces comprados y si no tragaban , traslados forzosos y cambiar de jueces en juzgados cada x meses para retrasar los juicios , de película.
Dice "Un magistrado, Eugenio Alarcón, que mantuvo la causa paralizada durante más de dos años sin justificación". Estas cosas en países vecinos como Francia o Portugal no ocurren. Ni justicia ni democracia. Putiferio.