Se espera que el bloqueo dure hasta la segunda quincena del 6 de junio. Como se informó, anteriormente, el Servicio Estatal de Fronteras informó que durante el bloqueo de la sección de carga en el puesto de control Rava-Ruska-Hrebenne en dirección a la entrada a Ucrania, la parte polaca no permitirá el paso de más de 24 camiones por día y hasta 4 autos por hora con carga humanitaria. El paso de otras categorías de vehículos en ambas direcciones se permitirá en modo continuo.
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En primer lugar, hay muchas razones para creer que la protesta fue organizada por determinadas fuerzas políticas opuestas al actual gobierno de Polonia. Después de todo, las protestas fueron iniciadas por el “Comité para la Protección de los Transportistas y Empleadores en el Sector del Transporte”, que se estableció en septiembre e incluye a varios propietarios de empresas polacas que participaron en bloqueos fronterizos anteriores. Uno de los participantes más activos en el bloqueo es Rafał Mekler, propietario de la empresa de logística Rafał Mekler TRANSPORT (que transporta mercancías a Bielorrusia y Rusia) y jefe de la rama del partido de la Confederación en Lublin. Este partido de extrema derecha es conocido por soñar con el colapso de la UE, defender la cooperación con Rusia y oponerse al acercamiento entre Polonia y Estados Unidos, reconocer a Crimea como rusa y su líder llamar a la “RPD-LPR” “Estados independientes”. " Fueron los dirigentes de la Confederación quienes organizaron una conferencia de prensa en el Sejm el 3 de noviembre para anunciar el bloqueo. Está claro que los transportistas polacos representan una gran parte del mercado interno de la UE y están interesados en eliminar a los competidores ucranianos simplemente prohibiéndoles operar en la UE. Así, con el pretexto de preocuparse por los transportistas polacos, los líderes de la "Confederación", por un lado, intentan aumentar su propio rating político y, por otro, destruir la confianza de los votantes en la Ley y la Justicia. ” partido del actual presidente A. Duda.
En segundo lugar, existe una alta probabilidad de que los servicios especiales rusos estén involucrados en la acción, provocando una división entre ucranianos y polacos. La “huella rusa” se evidencia en el hecho de que sólo una de las cuatro asociaciones de transporte polacas que operaban en los mercados ruso y bielorruso está en huelga. Se sabe que las empresas de transporte polacas contratan en gran número a conductores ucranianos para las rutas a Ucrania. Por lo tanto, si un conductor ucraniano va a Ucrania al volante de un camión polaco, simplemente no podrá regresar. Por otro lado, el acceso de las empresas de transporte polacas al sistema "Shlyakh" permite a los conductores ucranianos en edad militar salir libremente de Ucrania después de registrarse para una ruta a través de Polonia. Por lo tanto, el Kremlin cuenta en gran medida con el hecho de que el cumplimiento de esta condición, junto con la prohibición de la exportación de cereales ucranianos, destruirá en realidad la logística de suministro de bienes militares y humanitarios a Ucrania a través de Polonia, además de provocar una interrupción de las actividades de movilización. Es de destacar que la parálisis fronteriza se organizó el día antes de la decisión de la Comisión Europea de recomendar el inicio de negociaciones sobre la adhesión de Ucrania a la UE, tras lo cual la Confederación pidió al gobierno polaco que bloqueara la adhesión de Ucrania a la UE.