Hace 4 años | Por Nagash a elobservador.com.uy
Publicado hace 4 años por Nagash a elobservador.com.uy

Un pequeño barrio de 3.000 habitantes en la periferia de Buenos Aires —Villa Azul se llama—, cercado con vallas, lleno de policías y de funcionarios de salud, "con vecinos caminando las calles o subidos a los techos, pidiendo comida, agua y testeos", como relata La Nación este miércoles, ilustra con toda la crudeza la lucha contra el coronavirus, sus fragilidades y sus límites.