Hace 3 años | Por almadepato a eldiario.es
Publicado hace 3 años por almadepato a eldiario.es

Los contrastes del barrio se aprecian en los comercios que pueblan estas cinco calles. Modernos locales de copas conviven con bares de viejos parroquianos. No pocos talleres de artesanía han abierto en los últimos años. "Han venido bastantes modernos a vivir aquí, aunque sigue teniendo un alma de barrio popular", explica Cristina Ramos, que vive en la calle Margarit, una de las que integra la aldea morada.

Comentarios

tiopio

Ponerse morado antes era otra cosa.