Hace 5 años | Por gnomolesten a eldiario.es
Publicado hace 5 años por gnomolesten a eldiario.es

En los dos hospitales de referencia de Gran Canaria ya se han detectado diez casos de fracturas óseas en mujeres postmenopáusicas tras la retirada de los tratamientos con denosumab, un medicamento comercializado para reforzar los huesosEl Institut Catalá de Farmacologia lo bautiza como "la droga de los huesos" y recomienda que se deje de prescribir; otros investigadores aconsejan relegarlo a la categoría de tratamiento de segunda línea, limitado a indicaciones específicas, por sus efectos adversos.

Comentarios

HimiTsü

Un poco de todo / de todo lo que cabe en..: problemo / de ahi arriba.

Desde hace por lo menos 3 o 4 años, todas las guias clinicas especializadas comentan este asunto y proponen laaargos tratamientos ( > 10å ) y no hacer vacaciones farmacologicas con este producto. La informacion médica debe ser sumi istrada por profesionales de ka salud en un entorno controlado e individualizado.

Lo otro es ESTO.

Mateila

Yo iba a menear el artículo, pero me ha parecido tan vago que decidí que no es interesante.

Para entender un poco el tema, hay que explicar algún concepto previo.

Por factores fundamentalmente hormonales, y por eso más frecuentemente en mujeres postmenopáusicas (por envejecimiento o por inducir una menopausia tras extirpar los ovarios o por tratamientos bloqueantes hormonales), a partir de cierta edad se produce una pérdida de densidad ósea que favorece ciertos tipos de fracturas que de otra manera son infrecuentes. En el grupo de población en riesgo de osteoporosis se realiza un estudio radiológico para valorar la densidad del hueso a nivel vertebral y femoral.

La disminución de la densidad ósea de debe a la disminución del depósito de minerales (hidroxiapatita) en el hueso (por unas células llamadas osteoblastos) a pesar de continuar la reabsorción (por los osteoclastos), ya que el hueso es un tejido que sufre una remodelación constante.

El tratamiento estándar hasta ahora para la osteoporosis consiste en disminuir la reabsorción con una familia de fármacos llamados Bifosfonatos, que son análogos biológicos del pirofosfato, pero sustituyendo en la estructura de la molécula un átomo de O por uno de C, con lo que se depositan en la matriz mineral, fijándola, porque no se pueden reabsorber. El efecto de los Bifosfonatos, por lo tanto, es duradero.

Prolia es un anticuerpo monoclonal, es decir, un homólogo de anticuerpos humanos obtenido de cultivos de células de mamífero tras su manipulación mediante ingeniería genética. Este anticuerpo se dirige a una molécula activadora de los osteclastos (RANKL), anulando su acción y por lo tanto disminuyendo la reabsorción ósea. Su efecto, por lo tanto, se limita a la duración del fármaco.

Así que Prolia pierde su efecto al retirarlo. Eso es evidente y se recoge en la ficha técnica del fármaco. No entiendo la expresión "adicción" respecto a este fármaco, cuando es un efecto previsible y desde luego no es adictivo como tal. Además el artículo menciona un estudio donde no se demuestra que pacientes a los que se retira Prolia sufran más facturas que a los que se le retira placebo (habría que ver el diseño de ese estudio, parece un poco raro), aunque luego entre líneas sugiere que parece ser que sí y que además tras la retirada no mejoran con otros tratamientos (¿los Bifosfonatos?) pero sin afirmarlo explícitamente y sin aportar más datos.

Por otra parte, la osteonecrosis de mandíbula (no maxilar como dice el artículo) es un efecto raro pero bien descrito de Prolia, pero también y en la misma medida de los Bifosfonatos y ligada a la duración del tratamiento. Más raro aún es que sea espontánea y se suele asociar a intervenciones odontológicas, por lo que se retiran antes de las mismas.

En resumen, que al final el artículo es bastante sensacionalista, con obviedades, acusaciones e insinuaciones un poco raras.