“Fue una compañera de trabajo la que me lo contó tras llegar muy preocupada con lo que le había ocurrido a su madre y decidimos difundirlo para intentar que no le ocurra a nadie más”, señala Silvia. La víctima estaba en su domicilio cuando el timador, un hombre de mediana edad, llamó a su puerta. Tras identificarse como funcionario de Hacienda, “informó” a la mujer de que llegaba para cobrar “un pago atrasado del catastro” que se elevaba a 150 euros.
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Que venga a mi casa.