La relación de Adriana y sus cinco hermanos se fue tensando y nunca llegó a profesionalizar la gestión. En Cataluña se le dio trato de empresaria, cuando en realidad era una heredera. La relevancia pública de Adriana Casademont era inversamente proporcional a la marcha de la empresa. En 2011, facturaba 75 millones. En 2015, solo llegaba a 43 millones, un 42% menos en cuatro años. Y en 2016 siguió en caída libre. Fuentes cercanas al núcleo familiar reducen el problema, en realidad, a dos factores fundamentales: una sucesión generacional mal…
Comentarios
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eleconomista.esSoy catalán. Primera vez que oigo hablar de Adriana Casademont.
#2 A mi solo me suena del super del pueblo:
Errónea. Casademont nunca hizo chorizos.
#4 Hay que leer el artículo. Obvio la marca Casadekont, si. Adriana Casademont, de la que dice el artículo es conocidísima, no.
No entiendo el punto del artículo, ni el tufo que desprende. Bueno, en realidad si lo entiendo.
El subconsciente, ese hijo de "pip".
Honestamente creo que es casualidad.
Las empresas familiares están bien, pero hay que tener suficientes retoños como para poder elegir al mejor. O aceptar que un outsider es mejor que el mejor de tus hijos...