La contaminación de los motores diésel tiene una relación directa con el riesgo de sufrir un ictus aterotrombótico, el tercer tipo más frecuente de accidente cerebrovascular. Así lo revela un estudio que ha analizado en Barcelona datos de casi 3.000 pacientes atendidos en el Hospital del Mar por un ictus entre los años 2005 y 2014.
Comentarios
Ahh , chiquilladas.
Ya hay ciudades que quieren prohibir los motores para los próximos años. Esperemos que no sea tarde