Hace 8 años | Por dersu_uzala a altairmagazine.com
Publicado hace 8 años por dersu_uzala a altairmagazine.com

Primero trabajaron; después, si acaso, los hombres empezaron a narrarlo. Y sus relatos fueron cambiando con los días. Hubo tiempos en que el trabajo fue la condena que el hombre recibió por su soberbia: por su ambición desmesurada. El fulano se pasó de listo; para disciplinarlo –para ponerlo en su lugar– un tal Dios lo condenó a ganarse el pan con el sudor de su frente. Sólo así podía justificarse semejante castigo. Y así nos fue, durante siglos: trabajar era algo que quien podía despreciaba.

Comentarios

D

Buen artículo, pero esperaba al menos una línea sobre los chilotes.

Moreyba_Santana

Es desagradable de leer... Quizás fuese interesante, pero la web es pésima