Hace 3 años | Por --638889-- a abc.net.au
Publicado hace 3 años por --638889-- a abc.net.au

Tres de los arzobispos más importantes de Australia instan al primer ministro a reconsiderar el uso de una vacuna COVID-19 desarrollada a partir de una línea celular extraída de un feto abortado, algo que dicen que es "profundamente inmoral".

Comentarios

Jesulisto

Católicos, nasíos pa dar polculo.

m

Quién se ha ido a escuchar a estos señores?

Hablar que hablen lo que quieran, pero ni una línea de periodico

D

Joder, con la fama de serios que tienen en australia y salen estos iluminados. Aunque gracias a ellos una cosa nueva he aprendido por ponerme a buscar. La religión mayoritaria en australia es la católica, con más del 20%. Al ser descendientes de ingleses pensaba que serían anglicanos. Por lo que he leído parece que esto viene por influencia de los colonos irlandeses. También he visto que tienen una catedral bastante impresionante en Sídney de estilo neogótico. Por supuesto no comparable a las góticas originales de europa, pero bastante para ser de una colonia.

D

Los pperos no estaban contra el aborto? Que opinan de la vacuna?

Lamantua

#1 Están esperando directrices desde la Cope.

D

Y los transplantes de órganos ¿No son parecido?

G

si hiciera falta matar a un niño para vacunarse ya te digo yo que muchos no nos vacunariamos.
La realidad es que un niño fue abortado de forma natural hace 40 o 50 años, sus padres donaron su cuerpo a la ciencia y con eso se investiga. Pero de vez en cuando alguien no se entera bien y dice tonterías.

Pilar_F.C.

#3 Aunque se enteren van a lo suyo.

e

#3 Los que se alejan de Omelas
Relato de Ursula K. Le Guin de 1974

" … si se nos ofreciese la hipótesis de un mundo en el que las utopías […] estuvieran superadas y millones de personas fueran permanentemente felices con la simple condición de que cierta alma perdida más allá del límite de las cosas llevase una vida de solitaria tortura, ¿qué puede ser, excepto una específica e independiente emoción, lo que nos haga sentir inmediatamente, incluso aunque surja un impulso en nuestro interior que nos lleve a aferrarnos a la felicidad así ofrecida, lo espantoso que puede ser su disfrute cuando se acepta deliberadamente como el fruto de tal ocasión?"

Todos conocen el secreto de Omelas; los hay que lo han visto, mientras otros se contentan con saberlo. En el delito ‘que no es delito’ descansa la felicidad de sus habitantes o, mejor dicho, de todos menos de uno… Esa tortura, esa depravación constante y consentida constituye una garantía por la que el sufrimiento de uno permite la dicha del resto.

Omelas festeja su celebración estival y renueva su armonía. El sótano secreto no celebra su silencio. Y, de vez en cuando, alguien camina hacia los campos, alejándose de Omelas, sin intención de regresar.

D

Importará mucho lo que diga un puñetero arzobispo sobre un virus (y sobre nada).