«Nacidos para el delito». Este podría ser el antetítulo de esta noticia después de conocerse a lo que se dedicaban los miembros de una estirpe colombiana asentada en Usera que «le daba a todo tipo de golpes» Un sindicato del crimen en toda regla que se llenaba los bolsillos de manera ingente con todo tipo de asaltos, trapicheos y hasta okupaciones de las categorizadas como mafiosas.