Hace 4 años | Por ccguy a elpais.com
Publicado hace 4 años por ccguy a elpais.com

El veterinario recibió una llamada inusual en su laboratorio: había habido un asesinato en su ciudad, Buenos Aires. Al otro lado del teléfono hablaba un miembro de la Fiscalía. El principal sospechoso del crimen había sido detenido y su zapato escondía una posible pista: una caca de perro aplastada en la suela. “Las heces que había pisado el sospechoso podían ser de la mascota del muerto”. Su equipo tomó muestras del perro del fallecido y comparó el ADN con el del excremento de la suela del presunto asesino.

Comentarios

Hangdog

Hay que joderse con la gente que no recoge las caquitas del perrito, espero que le caiga un buen puro

pax0r

la cagó.