Hoy es martes por la mañana. Entre aleatoriamente en una oficina y pregunte al primero que encuentre cómo lleva el día. ¿Qué respuestas oirá? La mayoría van sacando la lengua, se ven saturados de trabajo y con poco tiempo para realizarlo, ni siquiera para saludarte. ¿Qué opinarían los jefes de esos empleados asfixiados? Si un trabajador bien seleccionado, entrenado y a quien se le ha explicado bien su cometido no alcanza habitualmente su objetivo, es más que probable que no pueda alcanzarlo realmente. Más empleados de lo que reconocemos...
Comentarios
A más de un jefe habría que mandarlo de vuelta a matemáticas de primaria para explicarle que si le estoy dando el 100%, eso es el máximo. Que no se puede dar el 120%, salvo que eches horas extras. Y las horas extras disminuyen la productividad a más se abuse de ellas.
#1 Yo a la mayoría de los jefes les diría que dejen de considerarse jefes y que se consideren lo que son - unos putos obreros igual que yo, sólo que ellos en el siguiente nivel jerárquico.
Cuando TODOS los que trabajan por cuenta ajena sepan lo que son y vuelva a haber conciencia de clase se terminarán las gilipolleces.
Y es que en cuanto a uno le dan una tarjeta de visita que pone "responsable de...", "jefe de..." ya pierde la perspectiva.
#2 Yo he llegado a ponerme digna (y diva) y decirles que si me piden más esfuerzo del que estaba dando hasta ese momento, que quizás deberían replantearse qué concepto tienen ellos de trabajar, porque yo siempre doy el máximo. Si ellos no entienden el trabajo como que siempre das el máximo, el problema no está en mi tejado y son ellos los que deben cambiar.