No sólo se trata de la expresividad, también del trazo. El primer dibujo, nos dicen que ha sido hecho por una niña de once años. Sin embargo, ese trazo, sin perspectiva alguna, con todos los personajes creados a base de monigotes, demuestra una mente más infantil, es propio de una niña mucho más pequeña. El dibujo es una actividad a través de la cual los niños muestran muchas cosas, y también tiene un gran componente lúdico; los niños que viven amenazados, en un entorno demasiado exigente o intimidante, suelen tener poco tiempo para dibujar y se vuelcan en sí mismos en lugar de en los adultos que deberían protegerles. Eso hace que sufran retraso en algunas áreas de la personalidad, que dibujen garabatos o escenas planas o que tengan dificultad para expresar sus emociones o pensamientos.
Otro de los dibujos que aparece nos muestra a una niña dibujada con mucho detalle, que insulta ferozmente a otro personaje, de cara triste, con grandes orejas y nariz, cuyo cuerpo carece complemente de detalles y está compuesto sólo de rayas. La víctima de los insultos ve a sus acosadores como seres completos, hermosos, siempre felices y sonrientes. Ella, en cambio, se ve fea, horrible e insignificante. Retrata la tristeza que esos insultos le hacen sentir. Pero a la vez parece pensar que "se lo merece". Ha debido recibir insultos tanto tiempo que su autoestima se ha destruido y sólo queda la autocompasión.
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No sólo se trata de la expresividad, también del trazo. El primer dibujo, nos dicen que ha sido hecho por una niña de once años. Sin embargo, ese trazo, sin perspectiva alguna, con todos los personajes creados a base de monigotes, demuestra una mente más infantil, es propio de una niña mucho más pequeña. El dibujo es una actividad a través de la cual los niños muestran muchas cosas, y también tiene un gran componente lúdico; los niños que viven amenazados, en un entorno demasiado exigente o intimidante, suelen tener poco tiempo para dibujar y se vuelcan en sí mismos en lugar de en los adultos que deberían protegerles. Eso hace que sufran retraso en algunas áreas de la personalidad, que dibujen garabatos o escenas planas o que tengan dificultad para expresar sus emociones o pensamientos.
Otro de los dibujos que aparece nos muestra a una niña dibujada con mucho detalle, que insulta ferozmente a otro personaje, de cara triste, con grandes orejas y nariz, cuyo cuerpo carece complemente de detalles y está compuesto sólo de rayas. La víctima de los insultos ve a sus acosadores como seres completos, hermosos, siempre felices y sonrientes. Ella, en cambio, se ve fea, horrible e insignificante. Retrata la tristeza que esos insultos le hacen sentir. Pero a la vez parece pensar que "se lo merece". Ha debido recibir insultos tanto tiempo que su autoestima se ha destruido y sólo queda la autocompasión.