Hace 4 años | Por Salvstopords a elsaltodiario.com
Publicado hace 4 años por Salvstopords a elsaltodiario.com

Trabajar sin descanso y sufrir pobreza crónica es una realidad que, en 2019, afecta a miles de personas, muchas de ellas mujeres. La Casa Caridad de València agrupa muchas historias de este tipo en el perfil de mujeres migrantes empleadas en domicilios locales como limpiadoras y cuidadoras, sin contrato y con salarios irrisorios. Son rehenes de un atolladero legal porque, pese a traer a España inquietudes y experiencias profesionales variadas, se topan con una ley que las condena a los empleos domésticos.