Si la industria del fútbol en sí misma no fuese distracción bastante para no hablar de las verdaderas afrentas hay que explotar cualquier oportunidad sobrevenida o provocada que se presente. Y a Rajoy los chiflidos y pitidos del Camp Nou le dan unos días de respiro para que nadie se fije en él y para seguir en su línea de no dar cuenta de nada, no opinar sobre nada y no explicar nada de la podredumbre que fluye y desborda las rebosaderas de su partido.
Comentarios
Aznalcóllar tiene mucha más riqueza que la mina, pero los políticos tienen muy poca imaginación.
Aznalcázar, junto al mismo río, sobrevive sin mina. Sólo nos matan los políticos corruptos e incompetentes.