Hace 3 años | Por --672644-- a diario16.com
Publicado hace 3 años por --672644-- a diario16.com

Nada ha cambiado desde que Emilio Botín Sanz de Sautuola López, el abuelo de la actual presidenta, vio en un ascensor la colilla de un puro y le preguntó a un empleado que de quién era ese puro. La respuesta del trabajador fue tajante: «De usted, don Emilio, de usted. Como todo lo que hay en el banco»

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Nadie es imprescindible. Un día nos echan del trabajo y la empresa sigue. Un día uno se muere y el mundo sigue.