Hay cosas que no tienen nombre y otras que sí. Que una banquera promueva la fuga de capitales entre sus clientes y ofrezca su entidad para llevarla a cabo se denomina desvergüenza o patriotismo, términos que suelen ser sinónimos. Esto es lo que hizo este jueves la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, en la presentación de resultados de la entidad que, por cierto, han sido de cine, con unos beneficios récord de 551 millones, una facturación a tutiplén, mucho margen de intereses y más ingresos por comisiones.
Comentarios
Aunque estoy de acuerdo que lo que hace es repelente, el problema es que eso no es fuga de capitales. Dentro de la UE hay libre circulación de personas, bienes y capitales, y rellenando cierto impreso en Hacienda, informando del patrimonio que se tenga en el extranjero, es absolutamente legal.
El meollo de la cuestión es que, quizás, no debiera serlo.
#3 todos sabíamos que esto era una posibilidad desde el principio, había que estar muy ciego para pensar que no lo iban a hacer
#5 Por eso digo que quizás no debiera serlo.
#3 Ellos tienen todo el derecho del mundo a tener su dinero donde quieran faltaría más, el mismo que tengo yo de saber quién decide no colaborar con el resto del país y tomar las acciones de protesta que considere, como le pasó a cierto actor francés huido a Rusia del que no se ha vuelto a saber.... También es interesante que se tome en cuenta este tipo de compromisos para poder acceder a contratos públicos.
Estos sí que son patriotas. La puta bandera bien grande. ¡BIEN GRANDE!
Son patriotas... de la UE
#6
Hace dos días, en portada:
Bankinter ofrece a sus grandes clientes ir a Luxemburgo ante la 'tijera' de Podemos
Bankinter ofrece a sus grandes clientes ir a Luxem...
lainformacion.comUna acusación un tanto dura. Este titular huele a demanda.
#1 es comparable a un titular estilo "la enfermera que planea asesinatos de niños no natos"
Para "los propios" es un reflejo de la realidad, para "los otros" una Clara exageración.
Habrase visto, la gente no quiere que le roben.
Entre los que se resistieron a morir en el 36 y los que se resisten a ser robados hoy los rojos no ganan para disgustos.