Al mentiroso, al póker, al mus o a la brisca: muchos son los entretenimientos con los que se puede amenizar una velada teniendo una simple baraja de cartas a mano. Gustan mayores y fanáticos de Pokemon, supieron camelarse a Bill Gates para estar presentes entre los pasatiempos de Windows (aunque fuera con cierto valor didáctico) y sus barajas son un arte antiquísimo que puede convertirse en un objeto de colección.
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