Después de la polémica generada por la aglomeración de personas junto a los bares y restaurantes del Bajo Leblón el pasado jueves, algunos establecimientos están revisando sus protocolos de reapertura mientras la pandemia no da señales de tregua en la ciudad. Hay negocios que se niegan a abrir incluso con la licencia del ayuntamiento.
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Si los miembros del gobierno no tienen suficiente consciencia, tendrán que tenerla los ciudadanos por su propia cuenta.