Berlín era el último lugar adonde Helga Melmed esperaba volver. Tenía 14 años cuando los nazis la obligaron a ella y a su familia a subir a un tren desde su casa en la capital alemana hasta el gueto judío en Lodz, Polonia, en 1941. Así comenzó una odisea horrible, que más tarde la vio encarcelada en Auschwitz y Neuengamm. Nunca consideró regresar a Alemania, hasta que fue invitada a un viaje por la ciudad de su nacimiento, en un programa de reconciliación destinado a ayudar a reparar los lazos con ex berlineses que habían sido expulsados.
Comentarios
Dentro de cincuenta años seguro que escuchamos 35000 palestinos expulsados por los nazis pudieron visitar Palestina
Poder podian hace tiempo. Se querra decir que les han invitado. Pues bien, seguro que lo echaban tanto de menos que no se les ocurrio volver...