Heredero de un pastel que hubo de repartir sin poca gana, eje clave de una traspaso de poderes y sectores estratégicos llamado transición: laureado en su inicio, vilipendiado justo antes de su abdicación y presumiblemente, pronto mitificado por aquellos que cabaron su tumba. Que la idea de pensamiento no cese, que el atronador contenido tan ingente de comunicación no contenga los continentes de información veraz, que nada oculte el presente si el pasado se reinventa para un futuro incierto y descondertado, que la palabra se habra paso hasta akí
Comentarios
#4 Pues que se somentan al parlamento, y desde luego que somos seres programables, pero para eso está la red y las ágoras públicas, la primera para hacer acopio histórico de la realidad y para coordinarnos en acciones y necesidades, las ágoras públicas es una tarea pendiente de crear para facilitar el intercambio de ideas con el fin de tener mayor criterio a la hora de votar.
Una sociedad para crecer en el bien estar no precisa un jefe de estado y menos que esa posición se otorgue por genética. Monarquía o jefe de estado en una república son dos figuras innecesarias. Lo que se precisa es formar al pueblo y poder votar todas las leyes.
#1 De acuerdo, pero a quién ponemos como jefe de los ejércitos? al jefe de gobierno? al presidente del congreso? a la OTAN? es difícil decidir esto. o siquiera abolimos al ejército con el riesgo que eso conlleva? hace falta hablar de esto. La bola cada día es más grande...
#2 ¿Jefe de los ejércitos? No veo el sentido de un ejercito en un país sin recursos deseables por otros. Que voten se vote ese jefe entre todos. El punto es llegar a una democracia real. Y la OTAN deberíamos salirnos de ella, pues no es ni más ni menos que el brazo ejecutor de las grande corporaciones transnacionales que subyugan pueblos.
Y claro que la bola es más grande, por que como sociedad que está adquiriendo criterio debemos plantearnos todo lo que se tomo por tradición o cultura. Así sí podemos evolucionar.
#3 en vista de los resultados electorales que se vienen dando en la historia de España, me daría miedo poner al frente del ejército a alguien votado por el cual cuando más, la democracia es sólo el resultado de operaciones de márketing y publicidad y en última instancia de relaciones públicas y contactos, si contamos con los pocos medios de comunicación que tenemos, ninguno de calidad, y todos ellos en muy pocas manos. Debemos tener cuidado. El ejército está lleno de personas mayores que no tienen nada que ver con nuestra generación.