Hemos pasado de ser lectores intensos, que leían de corrido durante horas, a convertirnos en picaflores que van de un texto a otro y no pueden estarse quietos por mucho rato en un mismo libro. Eso afirman los numerosos científicos que se han enfocado en estudiar las consecuencias de una constante exposición a Internet y a las pantallas, a las que hacen responsables de estos cambios en los hábitos de los lectores.
Pues a mi me pasa lo contrario. Aprecio un buen artículo de 10 páginas que pueda leer con calma. Y por otro lado detesto los vídeos cuando me pueden contar lo mismo en un buen artículo.
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Pues a mi me pasa lo contrario. Aprecio un buen artículo de 10 páginas que pueda leer con calma. Y por otro lado detesto los vídeos cuando me pueden contar lo mismo en un buen artículo.
el libro es la nueva bicicleta