Sus menús aparecen en la aplicación de Uber Eats, que debutó en la capital segoviana el pasado 21 de marzo, dando una engañosa imagen de amplia variedad en la oferta gastronómica, pero en realidad, para el cliente, siempre aparecen cerrados o no disponibles en ese momento. En realidad, están más que abiertos y dispuestos a dar de comer al hambriento y beber al sediento, pero solo si uno camina físicamente hasta ellos.
Comentarios
Tranquilos, ahora llegará @_uber a sacarnos de nuestro error
No veo yo a los residentes de ciudades como Segovia pidiendo cochinillo asado a domicilio...
La precariedad de la nueva economía que se une a la precariedad de la vieja economía. Sigo sin saber a que vienen estas noticias.
Salu2