El titular del Juzgado de Instrucción de Teruel ha decretado prisión provisional para un presunto maltratador habitual que obligaba a su pareja a salir por la calle con abrigo y con la cabeza agachada para no mostrar su cuerpo a otros hombres y no ver a la gente que pasaba por su lado. En su auto, el magistrado se basa, por un lado, en las declaraciones "creíbles" de la mujer y en el parte de lesiones sufridas por ella en distintas partes de su cuerpo, y, por otro, en el riesgo de fuga del denunciado y en el de posibles nuevas agresiones.
Comentarios
Lo del abrigo es algo meramente anecdótico. Quiero decir que no creo que lo pueden acusar por ese motivo. Bueno, cogiéndolo con papel de fumar igual se puede considerar maltrato psicológico, pero muy por los pelos. Creo que las medidas provisionales son por las agresiones cometidas de manera habitual.
Y en lo que, en mi opinión, deberían insistir las campañas de concienciación es en que las mujeres abandonen a sus maltratadores a la primera de cambio. Cambiar a un maltratador es muy difícil. Creo que es mucho mejor concienciar a las mujeres de que al primer síntoma de abuso -"no me gusta que salgas con fulanita", "vas muy escotada", "espérame que voy contigo"- corten la relación. Luego, entre la dependencia, la destrucción personal y el miedo, es mucho más difícil.
#8 Hay quien piensa que eso es culpabilizar a la víctima.
Yo creo que es tomar el control de tu vida.
Si no quería enseñar su cuerpo... ¿por qué no se ponía él el abrigo en vez su pareja?
Muy buena medida. Ahora que hagan lo mismo con lo que ya sabemos.
Y yo diciéndole a mi novia que cuanto más muestre mejor. Soy un infiel
Habrá que prohibir los abrigos
A lo mejor la cárcel también tiene que ver con las lesiones...
#6 buen comentario
La noticia no dice si era musulmán o no.
Yo creo que no era musulmán.
#3 No tardara mucho en convertirse
#5 Es buena idea, así podrá ser un machista amparado por la libertad religiosa y la integración
es sorprendente como algunos se agarran al rollo de
las denuncias falsas para no aceptar las verdaderas