Hace 9 años | Por Malinowski a eldiario.es
Publicado hace 9 años por Malinowski a eldiario.es

Marisa se levanta a las 7.30 h y despierta a su hija, Clara, que tiene poco más de dos años y a las 9 h ya tiene que estar en la guardería. La madre la viste, le prepara el desayuno y la mochila. Después la abriga bien, que ya se nota el invierno, y le da un beso. Pero a diferencia de la mayoría de madres, no la acompañará hasta la puerta de la escuela. No lo hará porque Marisa -nombre falso, al igual que el de la hija- cumple condena en el Centro Penitenciario de Mujeres de Barcelona, conocido popularmente como Wad-Ras.