Duele mucho, teniendo presente el dolor de la pérdida, el cansancio del sacrificio y la angustia de la incertidumbre, observar la algarabía orgullosa y altiva de cientos de gilipollas insolidarios. No tiene que ver con perder lo que nunca se ha tenido, el poder en Madrid nunca nos ha representado a algunos. Nunca hemos ganado. Lo que nos azora es un desamparo que oprime el pecho. La desazón hiriente y atónita de quien en el velatorio de su madre recibe una burla y un desprecio.
Comentarios
Algunos verán política de derechas contra políticas de izquierdas o viceversa, yo veo el triunfo del egoísmo, el individualismo, el pan para hoy y hambre para mañana, la irresponsabilidad de unos pocos que pagaremos los demás por mucho cuidado que pongamos, etc. La podredumbre humana triunfando frente a la certeza de que por este camino estamos acabados como sociedad
#2 Por eso los partidos nacionalistas han tenido un auge tan notable, apelan al yo, al nosotros como grupo concreto y definido, diferente, propio, al nosotros contra ellos, al que no nos quiten lo nuestro, nuestra identidad, nuestra cultura...
#3 el nacionalismo, el españolismo, el fascismo, neoliberalismo, que más da que "ismo"sea. La perdida del pensamiento crítico del ciudadano lo convierte en pelele del ismo de turno y en un mero borrego de los intereses de una élite.
#4 Y si no fuera suficiente con eso, nos perdemos en los personalismos... ya no es el pp de madrid, ahora es Ayuso (o UP es/era PI, el resto no pintaban salvo para ser novias o para ladrar da igual cuantas cosas buenas o malas que hayan hecho que nadie tiene en cuenta)
Carles Francino mostró lo bello que puede ser sentirse quebrado cuando se utiliza para transmitir un bien para el colectivo. Las lágrimas que sujetaba en cada palabra brotaban para mejorar lo común, aunque él no se diera cuenta.
Muy cierto...