Bloqueadores de erecciones. Vendaje de los genitales. Circuncisión con anestesia. Quemar el clítoris con fenol. Evitar la masturbación ha sido una de las obsesiones de una cultura que, durante cientos de años y atravesada por mandatos religiosos y patriarcales, ha llegado a inventar y legitimar todo tipo de teorías y artilugios. Todo en nombre del sexo con fines reproductivos. A pesar de que tocarse parece ahora algo aceptado socialmente, e incluso jaleado por un mercado que ofrece cientos de juguetes sexuales distintos, la masturbación sigue
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