Las riadas de lodos tóxicos causadas por las lluvias dejan a vecinos sin agua potable, provocan cortes de suministro y empuercan los ríos. Xunta y Gobierno se responsabilizan mutuamente. La peor parte se la lleva la comarca de Valdeorras, con aldeas que los días que llueve se quedan sin agua potable, sufren cortes de suministro y temen inundaciones. “Necesitamos que las administraciones nos ayuden. No es un capricho; no tenemos capacidad para hacerlo nosotros”, expone el alcalde de Vilamartín de Valdeorras, el socialista Enrique Álvarez.
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