Mientras China está desarrollando tecnología y avanzando rápidamente para competir con Estados Unidos en la innovación que impulsa los cambios, Japón es más resistente a los cambios y prefiere el status quo. Por ejemplo, China es uno de los pioneros en la industria Fintech, y la mayoría de los chinos utilizan WeChat y Alipay para procesar el pago en prácticamente todas las transacciones. Sin embargo, algunos de los restaurantes y tiendas de Tokio, la capital de Japón, todavía solo aceptan efectivo y rechazan otros métodos de pago.
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