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#1:
Lo normal...
La administración pública se preocupa de la educación de los alumnos.
A mi me llamaba a casa todos los días el secretario de estado de educación para preguntarme como había ido el día y el presidente del gobierno me echaba la bronca si se enteraba que hablaba en clase.
La administración pública se preocupa de la educación de los alumnos.
A mi me llamaba a casa todos los días el secretario de estado de educación para preguntarme como había ido el día y el presidente del gobierno me echaba la bronca si se enteraba que hablaba en clase.
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Lo normal...
La administración pública se preocupa de la educación de los alumnos.
A mi me llamaba a casa todos los días el secretario de estado de educación para preguntarme como había ido el día y el presidente del gobierno me echaba la bronca si se enteraba que hablaba en clase.
#1 Y gracias a que crees en la cultura del esfuerzo ocupas ahora un alto cargo del gobierno, que es lo que nos pasa a todas las gentes de bien.
Qué estudiante puede reunirse con el mismísimo director para que le con validen las asignaturas?. Déjenme pensar... Ah¡. Sí.. Un miembro de la mafia. 😊
"No hay razón para sospechar" que recibiera trato de favor, aunque "había interés" en la Comunidad de Madrid por su situación académica.
Alberto Pérez de Vargas, director de la Escuela Oficial de Oxímorons.
#3 Más bien de la escuela oficial de "Yo no quiero decir ná, pero..."
#4 A mí para estos casos me gusta más el estilo de Trump:
"No voy a decir que Pablo Casado es un trepa, gandul, chulo y prepotente, pero lo es. Aunque no lo voy a decir."
#7 Bueno, es un estilo más directo. Yo, personalmente, prefiero la sutileza
#8 A ti te va el rollo de las indemnizaciones en diferido en forma de simulación, no?
#10 Da para más cachondeo, pero a eso yo no lo llamaría sutileza precisamente. Es más como "A ver cómo salgo de este marrón..."
No sé, pero tal como están las cosas, como esto siga así, al final va aparecer Don Pantuflo con un vídeo donde sale Pablo Casado, robando unos donettes en el Eroski.
Estaban muy preocupados. Esperanza Aguirre lloró a escondidas cuando Pablo Casado le enseñó las notas y vio que le habían puesto NM.
No había presiones cuando llamaban y además ponían siempre música; tariroriro rararáaaaa....