Publicado hace 11 meses por Meneador_Compulsivo a diariodeavisos.elespanol.com

Desde al menos desde hace una década, crece sin control en suelo rústico de protección agrícola de Arona, Tenerife, una ciudad ilegal. El modus operandi del crecimiento no es complicado: las fincas han sido segregadas en propiedades de 10.000 m2, el máximo que permite la ley, y a los compradores se les hacen partícipes de un porcentaje de la propiedad.En la práctica, todo el ámbito está dividido en parcelas que se encuentran a la venta y que se compran para levantar en ellas un lugar en el que vivir. En un espacio en el que no se puede hacer

Comentarios

tiopio

Eso mismo ocurrió en Madrid con la Cañada Real, que desde entonces es un suelo público okupado por particulares.

IrMaNDiÑo

Derribar un par de casas e inmediatamente cesaran voluntariamente el resto de construcciones y la venta de parcelas...
Y una vez se detenga el crecimiento delproblema ya se mirara si se le puede dar alguna solucion.