El coronavirus se ha llevado por delante la vida del obispo emérito a los 80 años. No tenía patologías previas y mantenía lazos con Ciudad Real, su diócesis durante trece años. Él mismo comunicó al obispo Gerardo Melgar su ingreso en un hospital de Madrid el 20 de septiembre por el virus, “estoy en las manos de Dios”, le dijo.
|
etiquetas: ciudad real , obispo , coronavirus