Hace 8 años | Por minossabe a nuevatribuna.es
Publicado hace 8 años por minossabe a nuevatribuna.es

No se puede entender la popularidad de nuevos dirigentes como la propia Ada Colau sin hablar de la presentación de la ILP popular en defensa del Derecho a la Vivienda, en la que jugaron un papel fundamental, a pesar de que nunca lo haya reconocido, el sindicalismo confederal de CCOO y UGT...

Comentarios

bensidhe

Sin despreciar el papel positivo que tienen CCOO y UGT en multitud de campos como algunos conflictos laborales concretos (CocaCola por ejemplo), asesoría, algunas secciones sindicales o movilización en causas sociales), no es menos cierto que el mayor enemigo de esas organizaciones son sus cúpulas, sus direcciones, que no solo no han situado a la ofensiva a estas organizaciones sino que las han hecho cómplices del régimen en muchas ocasiones.

CCOO y UGT tienen lo bueno que tienen especialmente por la buena gente que todavía sigue en esas organizaciones, pero sin una estrategia de fondo que pase por una renovación total de sus estructuras y sus dirigentes, estas organizaciones no recibirán un reconocimiento mayor sino que irán cada vez más en declive.

c

No es fastidiar a nadie pero no conseguiremos dejar de ser esclavos del capital a base de minisindicatos. Y eso que comparto que los dos grandes tienen unas cúpulas que apestan.

bensidhe

#2 depende de qué hagan esos minisindicatos, si se coordinan entre sí y buscan la unidad de acción con sectores combativos de los mayoritarios... estarán sembrando el gérmen de un nuevo GRAN sindicato. No hay una única vía para construir la unidad de clase, simplemente se necesita una buena estrategia y voluntad para luchar por nuestros derechos.